Eran las 2:00 am, mis ojos se cerraban y yo me quejaba por la cantidad de pendientes en la universidad que parecían no terminar, sabía que en unas horas tendría que alistarme para volver a salir y comenzar un nuevo día, pero ni siquiera había cerrado los ojos para descansar. Me sentí abrumada al ver al reloj y respire profundo en lugar de gritar, que era lo que realmente quería hacer. Pero sabía que mi familia estaba durmiendo. “odio todo esto” expresé con impotencia.
En aquel entonces tenía 19 años, estaba estudiando dos carreras, tomaba clases extras y trabajaba. Había decidido eso, porque siempre tuve un afán de hacer muchas cosas y terminar rápido. Mi sentimiento de rabia, impotencia y estrés se hacían cada vez más grandes en mi pecho y me llevaban hasta a enfurecerme con mi familia, como si ellos fueran los culpables de mis decisiones y compromisos.
Pasaron varios años y pasé por muchas circunstancias para poder comprender lo afortunada que era y lo ingrata que me había convertido. Mis padres me apoyaban sin dudar en mis estudios, tenía un trabajo, había ganado una beca y tenía la increíble oportunidad de estudiar en dos universidades, una pública y otra privada. Estudiaba carreras que yo había escogido y poseía facilidades tecnológicas que hacían ameno mi trabajo y mis estudios. ¿porqué me estaba quejando?
La gratitud es uno de los sentimientos más beneficiosos que el ser humano puede experimentar.
La vida parece muy difícil cuando nos llenamos de sentimientos negativos y podemos trancar nuestros caminos hacia la plenitud. Es a través de la gratitud que podemos vernos involucrados en una relación amorosa saludable, en un trabajo que nos haga feliz, en el proyecto que siempre hemos querido emprender o en la familia que siempre hemos añorado.
Hemos subestimado estar en contacto con la gratitud, ignorando que es en ese estado que comenzamos a crear nuestra realidad como deseamos, la gratitud nos lleva al estado en el que queremos estar y lo convierte en nuestra realidad.
Aquellos sentimientos como la envidia, la impotencia, la avaricia son un obstáculo y reflejan que una mente llena de carencias esta tomando control de nuestra vida.
Hay que hacer el cambio, es ahora de que decidas si quieres vivir en ese estado de miseria para siempre o quieres sentirte plena.
Observa a tu alrededor, descubre lo maravilloso de tu vida, descubre cada día la maravilla de las cosas que das por sentadas, abre los ojos ¿has visto la magia de tu respiración? ¿la sensación de tranquilidad y placer cuando te sientas después de estar un largo periodo de tiempo en pie? ¿has experimentado el placer del alivio en medio de una situación conflictiva? o ¿has observado que cada noche, después de un largo día de faena puedes recostar su cuerpo sobre un colchón?
La única forma que experimentemos el sentimiento de gratitud es sentir el contraste de las dificultades de la vida, déjame decirte que hay muchas cosas que agradecer el día de hoy, que podemos abrir los ojos todos los días y encontrar nuevas cosas por las cuales ser feliz.
Aquí te dejo mi secreto para encontrar cada día algo nuevo para sentirme llena de gratitud.